sábado, abril 02, 2005

Redundando en lo obvio

En otros textos he planteado la hipótesis de que existen instancias analíticas que no son ni espacio público ni espacio privado, sino una especie de vasos comunicantes entre ambos extremos. Aún cuando la parcelación que delimita y separa lo público de lo privado sigue teniendo vigencia, considero que acercarse a esas otras instancias resulta crucial para entender esta [¿nuestra?] época Post-panóptica, como la ha definido Bauman. Los casos de Terry Schiavo y el Juan Pablo II son claros ejemplos de lo anterior: ¿acaso hay algo más privado e íntimo que la propia muerte? Creo que no. Sin embargo, estas muertes se han convertido, sin duda, en parte del dominio público, aunque sin ser públicas totalmente. ¿Acaso no nos queda velado el verdadero momento de la muerte del Papa? ¿Acaso fuimos testigos de las declaraciones de Schiavo pidiendo su muerte o deseando seguir viva? ¿Acaso no estamos atentos al momento en el que las luces del cuarto del Papa se apaguen para declarar su muerte? ¿Acaso Schiavo no estaba desde ya como muerta en vida? Queda mostrado, pues, que lo privado pasa a ser parte constitutiva de lo público. En este sentido, he señalado en otras partes, a manera de hipótesis, que la subjetividad se politiza. Ahora no me queda duda. Faltaría, en este caso, analizar lo que ocurre a la inversa, es decir, que lo político se subjetivo [lo político entendido en un sentido amplio, como ámbito de indecibilidad]. ¿Cómo hacerlo? Tomando los casos ya señalados del Papa y Schiavo. Habría que indagar, pues, cómo se viven y experiencian/experimentan esas realidades por los sujetos/actores. Es decir, averiguando las maneras en las que [de modo recursivo] lo privado y lo público se retroalimentan. Situando esta discusión en un nivel de mayor abstracción, al desdibujarse las fronteras entre lo público y lo privado estaríamos frente al derrumbe de los asideros fundacionales que da(ba)n sentido al mundo. El tema no es menor y se abre casi al infinito. ¿Horror vacui? ¿1984? ¿Profundas transformaciones de la intimidad? ¿Identidad como centro o sujetos descentrados de sí mismos? Acudo de nuevo a la ya famosa frase (y repetida aquí hasta el cansancio): “Welcome to the desert of the real”.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Un ejemplo de como nosotros mismos renunciamos a ser anónimos es lo apasionados que somos de nuestros blogs.

Cariños..

noemi

http://noemi.guzikglantz.com

Ernesto Rodsan dijo...

Welcome to the desert of the Real, dicen Morfeo en The Matrix mi chavo. Cierto. Buena interpretación la que propones, felicidades. Lo que más me sorprende acerca de la muerte de don ruco es que, al parecer sinceramente, miles y miles de personas --dicen que en el mundo...-- manifiestaban su dolor públicamente por el Papa. A mí me daba más pena ver al pobre anciano encorvado que casi no se podía mantener en pie. Sobre la línea entre lo público o lo privado creo que hay niveles, porque todos somos iguales pero hay quienes son más iguales que otros.
Ánimo mi chavo

Igor dijo...

Noemí: de acuerdo totalmente contigo. Mi (des)apego al blog es apasionado (por decirlo junto con Buttler). Ea, mi buen Neto!! Tiene usted razón. Lo puse de ese modo porque aquí he utilizado la frasecita infinidad de veces, y debidamente citada. Je je. Un abrazo, maestrazo! Gracias por venir!!

Ivanovish dijo...

¿No es tu intención, al fin de cuentas, hacer de tus reflexiones privadas algo publico? ¿No pretendes acaso que tu proceso interno/privado de razonamiento provoque respuestas publicas como estas? Estamos ante una era en la cual, como bien lo estableces, la subjetividad se politiza. Y si Schiavo estaba muerta antes de fallecer parece ser algo que no les importa a todos aquellos que pretendían mantenerla con vida. A fin de cuentas no era mas que egoismo. Vida dije? Puede llamarse vida a la pura existencia? es un concepto que me pareceria válido para plantas y animales, pero nunca jamas para humanos. ¿De que me sirve "vivir" si no estoy conciente de mis acciones? Les sirvió, en este caso, como excusa a las personas que no dejaban a schiavo seguir el curso normal de su existencia (eah pues, he ahi el egoismo del que hablaba, no la dejaban morir por la pena que ellos sentiran con su muerte, no por lo que ella pudiera sentir al morir (se puede experimentar dolor si no se esta conciente del mismo?). El caso Schiavo fue tan publico que se convirtió en nada más que una bandera para grupos públicos y políticos. (al final de cuentas la realidad es la misma, lesd valía madres lo que le pasara a Schiavo, lo que no querian es que un dia les pueda pasar a ellos).
De la cuestión del Papa por el momento prefiero no comentar. Quizas sea una forma de respeto hacia el lider de una religión que si bien ya no completamente profeso, si me ayudo a la formacion de mis valores y creencias tanto religiosas como morales.

nacho dijo...

Gran tema, ¿no? Aunque desentrañar el misterio de la muerte obedece a un impulso natural del ser humano (el pensamiento busca una explicación de la finitud, la suya), actualmente parecemos obsesionados por morir.
Nos enfrentamos a la paradoja de que pese a tener elementos de juicio tan desarrollados, apenas llegamos a la sabiduría elemental de nuestra ignorancia suprema, acto seguido, nos acosa la soberbia. (hb)
Saludos.