miércoles, mayo 30, 2007

¿?

A veces, sólo a veces, mirarse al espejo constituye un terrible peligro: se corre el riesgo de toparse con uno mismo.

lunes, mayo 28, 2007

Sospecha

Cada vez más estamos ciertos de que yo y este otro que soy no estamos solos en este cuerpo. ¿Que haremos con tantas voces? ¿Ahora a cuáles les haremos caso?

viernes, mayo 25, 2007

Qué poca

¡Qué poca madre! ¡De verdad, qué poca madre! Resulta que ayer por la noche fui a comprar una medicina a las Farmacias Guadalajara que están cerca de casa. Hasta ahí todo bien. Sólo que al querer tomarme la pastilla esta mañana, me di cuenta de que la caja estaba ¡vacía! Luego de descartar las posibilidades obvias de desintegración, combustión espontánea, traslado a otra dimensión, etc., decidí ir a reclamar. Supuse que en las FG entenderían y me cambiarían mi cajita de pastillas sin mayor trámite. Pero al llegar allá, lo que obtuve como respuesta a mi queja fue un: “nosotros revisamos siempre la mercancía antes de que salga de la farmacia. Si usted no lo hace así, es su problema”. Desde luego, si hubieran sido aspirinas, me hubiera dado risa. Pero resulta que cada paquete me cuesta casi quinientos pesos, y sólo trae catorce pastillitas. Así que cómico, lo que se dice cómico, no me era. Y menos frente a la impotencia que me provocó la actitud de la gerente de turno. El caso es que, pobre, le dije hasta de lo que se iba a morir. Ni modo. A ella le tocó los platos rotos. Y a mí, otro quinientón, porque no puedo estar sin la dichosa medicina. ¿Y?

martes, mayo 22, 2007

Instrucciones para ser feliz

Desvanecerse. Desaparecer hasta quedar reducido a nada. Ir dejando jirones de uno mismo en cada letra, como un acto voluntario de purificación inextricable; como un reencuentro con el vacío abismal que llama y enaltece todo aquello que decae. Pero antes, es preciso revolcarse en el borde, disfrutando la suciedad y la podredumbre. Permitir que el vértigo tome el control, y se transforme en una piedra terriblemente fría en un lugar indeterminado, pero casi siempre cerca del estómago. Dejarse consumir hasta el hueso, roerse uno mismo ignorando el dolor y la incertidumbre. Reptar, invocando toda nostalgia del futuro, apreciar toda imprecación, volverse uno con la nada.

sábado, mayo 12, 2007

Megaforismo

Toda universalización requiere, para ser tal, de una excepción estructural, de una apertura imposible de suturar que anule toda posibilidad de universalización. Es precisamente este vacío, esta brecha inherente, el elemento constitutivo alrededor del cual se arquitectura cualquier noción de absoluto. En este sentido, la verdadera consecución de un objetivo se encuentra, precisamente, en cada uno de los intentos fallidos, en los esfuerzos por conseguirlo. O mejor aún, en convertir cada serie de fracasos en un triunfo. Así, no hay mejor ejemplo que las minúsculas victorias del perro sobre su cola, las cuales no radican, en consecuencia, en lograr alcanzársela alguna vez, sino en los círculos estúpidamente interminables que dicho animal da para ello. Eah.

Insomnia

Dejar que fluya. Sin pensar. Incoherencias. Lo demás no importa. Escribo porque me da la gana. Nada más. Dejar que fluya. Pensar en cosas es anular el pensamiento. Lo importante es el texto. Dejar que fluya. Abrir los sentidos para entender todo esto que es en mí algo más que yo mismo. Histeria colectiva. Desgranar palabras sin saber su significado. Y qué importa. Mejor dicho: a quién. Como si valiera la pena. El asunto consiste en dejarse ir, en mirar esa mancha oscura que se abre frente a nuestros pies y dejarse ir, entender que no es sino un abismo, una consecuencia del insomnio, la mordedura de un perro rabioso, el cáncer que crece bajo ese bonito lunar. Dejar que fluya. Aprovechar la falta de sueño. Despreocuparse. Excentrarse. Ser incoherente es la representación misma de la coherencia. Daño irreparable. Animadversión. Palabras estúpidas. Lo importante es no detenerse, continuar llenando de letras esta interminable hoja en blanco (que no es sino otra representación del abismo). Abrazar el vértigo, recibirlo con los brazos abiertos. Vomitar si es preciso. Vomitarlo todo. Aquí o en otro lado, pero lo crucial es vomitar. Deshacerse de todo lastre. Viaje profano. Sospecha de la inmundicia. Decaimiento, erosión de los pilares. Metáforas insulsas. ¿Por qué el rodeo? ¿Por qué no llamar a las cosas por su nombre? Dejar que fluya. Parece un mantra. Anotación en diario. Tan triste como una niña recién bañada para asistir al funeral… de su madre. Deberíamos de seguir esta línea, esta alusión a la madre, precisamente hoy. Pero qué flojera dan los psicologismos baratos. Terminaría hablando de Elektras y Edipos. Y hoy no. Ahora se precisa escribir. Dejar que fluya. Sin importar el contenido. Vomitarlo todo de un tirón. No retroceder. Domesticar el insomnio. Insomnio. Me gusta cómo suena. Me gusta cómo se ve esta palabra si uno entrecierra los ojos (¿acaso hay mejor indicación de que es preciso volver a la cama?). Saborear la falta de sueño. Martirizarse al pensar que el día va a ser largo. Pero antes, vomitar, como cualquier adolescente. Dejar que fluya. ¿Por qué la fluidez como trama? Una vez más, hay que estar alerta con los psicologismos de feria de pueblo. ¡Aléjate, aléjate! Vade Retro. Debo dejar de pensar. Y dejar que fluya. Pero ¿para qué? Ni siquiera vale la pena. Y quizá precisamente por eso. Pero las causas perdidas me dan más flojera aún. Basta ya. Volver. ¿A ser yo mismo? No. Eso no se vale. Por favor, no dejes que me salve. Me perdonaría todo, menos ser salvo.

Adiós. Me voy a la cama.

viernes, mayo 11, 2007

Estrategias para el olvido

Ni hablar. Habrá que ir desangrando esto poco a poco. Deshaciéndose de ello. Lavándose, despojándose, casi como una lenta purificación, como un ritual de paso. Minuciosa y aplicadamente caminar hacia ninguna parte, recorrer haciendo de la memoria una ficción, un olvido o algo peor.

viernes, mayo 04, 2007

Aviso

Hoy casi todo tiene la apariencia de un sutil simulacro, de un extraño distanciamiento, como si la realidad hubiese sido rasgada y se escapase de sí misma, gota a gota, por la mortal herida. Desde la extraña llave que encontré camino al trabajo, hasta el sujeto espantosamente tuerto que me siguió durante más de dos horas, mientras conducía mi auto. No sé cómo explicarlo. Pareciera como si debajo de las cosas se agitara algo, quizá un presagio, un aviso, el anuncio previo antes de… de… ¿qué? No sé. No sé. Aquí se percibe algo. Se cierne algo terrible. Ominoso.

Venga.

miércoles, mayo 02, 2007

Sí. Soy un intolerante

Laclau siempre está insistiendo en que debería ser más tolerante. Y yo, como siempre, me monto en mi macho y por supuesto, nunca le hago caso. ¿Por qué? Pues porque la tolerancia no es sino un eufemismo que tiende a enmascarar la tibieza de aquellos que no se atreven a adoptar una postura. En este sentido, hace unos días, publiqué un post relativo al aborto. Un estimado anónimo furioso me puso en la sección de comentarios lo siguiente:


“Que facilmente demagógicos tus argumentos... y que falsos...

«Que las mujeres puedan decidir»... que la iglesia defiende su poder... ¡¡¡PAMPLINAS PROGRESISTAS DE IZQUIERDAS PARA JUSTIFICAR LO INJUSTIFICABLE: EL ASESINATO DE INOCENTES.
Si ser progresista consiste en defender lo indefendible... prefiero no serlo”.

Desde luego, después de que dejé de reírme a carcajadas, le contesté por el mismo medio en estos términos:

Estimad@ anónim@: Primero, habría que conocer lo que significa demagogia. Palabras más, palabras menos, ésta remite a aquellas estrategias que interpelan a las emociones (tales como la culpa) de los sujetos para ganar el apoyo popular. You do the math. Ahora, no basta parafreasear a Lucerito para contradecir un argumento que, sin duda, es fácilmente demagógico. Ojalá y para la próxima le eches más ganas ¿sale? Yo sé que puedes. Ah, y una última pregunta ¿cómo se le llama a aquel que tira la piedra y esconde la mano?

Y ¡bum! Que se enoja más. Entonces, me escribió lo siguiente, a lo que iré contestando intolerantemente, punto por punto, para ponerle punto final a este comadreo que la verdad, me da harta flojera:

Pues como decimos en el foro “Ya que te gusta el arroz con leche…por debajo de la puerta te paso un ladrillo”:

Demagogia: Según la definición del DRAE: Uso político de halagos, ideologías radicales o falsas promesas para conseguir el favor del pueblo (en este caso el beneplácito de tus lectores).

Exacto, estimado anónimo. Eso es precisamente lo que está haciendo la Iglesia, al apelar a la culpa de los pobres cristianos, para posicionarlos en contra del aborto. Recuerda que quienes promueven la despenalización son transparentes en sus argumentos (y para colmo, aluden a la ciencia, mi estimado). Me acusas de demagogia y sí, estás en lo cierto. Es más, te lo tomo como un cumplido. Excepto por la partecita donde me dices que lo hago para beneplácito de mis lectores (que por cierto, son a lo mucho dos o tres). Ahí estás errado completamente. Y tú mismo eres la prueba viviente de ello: aunque sea una vez, pero me has leído, estimado, y hasta donde entiendo, no te solazas ni disfrutas ni apruebas mis opiniones. Luego dices:



“Y al final de tus argumentos, que contradigo repitiendo el término PAMPLINAS que tanto te ha gustado, no se desprende otra cosa que:


a.- radicalismo, pues tal es la invocación al miedo a perder su poder por los que llamas jerarcas de la Iglesia católica.

b.- halagos , pues tal es la invocación al derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos con olvido de que el nasciturus es desposeído de todo derecho)

y c.- falsas promesas ---o más bien falsas conclusiones--- pues no es de recibo la ecuación que formulas según la cual si se deja a las mujeres decidir sobre sus cuerpos todos podrán decidir sobre lo que conviene o lo que no)

Radicalismo, halagos o falsas conclusiones tendentes todos ellos a lograr el beneplácito de tus lectores hacia tus posiciones ideológicas.

Por cierto tu contracrítica responde a los tics propios de la descalificación del adversario (“..en la próxima échale más ganas…yo se que puedes…” o “¿Cómo se llama quien tira la piedra y esconde la mano?” recriminandome el comentarte como anónimo, cuando en tu blog tan solo te identificas como IGor…) actitud tendente a la elusión de la crítica, muy propia del progresismo dogmático intolerante de la izquierda radical al que tan acostumbrados estamos quienes mantenemos posiciones ideológicas diferentes.

Insisto, si por progresismo entendemos defender lo indefendible y argumentar no esencialmente sino instrumentalmente, prefiero no ser progresista.

Efectivamente en tu escrito los argumentos favorables al aborto son meramente utilitaristas, pues no defiendes el aborto en su propia esencia sino por lo que tu valoras de utilidad “liberadora” de su implantación.

Insisto: PAMPLINAS, que según el propio DRAE significa TONTERIAS”.

En a.- me acusas de radical y más risa me da. Pregunta a quienes me conocen: soy la persona más conservadora del mundo. Quizá más que tú. La única diferencia es que me guío por la razón y no por el oscurantismo religioso y dogmático al que pareces aferrarte. Estimado, sería más sencillo y responsable reconocer que, en definitiva, no existe dios. De ahí en adelante, la vida es más fácil. Trata y verás. Así, no tendrías este tipo de conflictos internos.

En b.- ¿Halagos? [más risas]

En c.- ¿Falsas conclusiones? Me malinterpretas. No estoy apelando a la anarquía total, en la que cada quién hace lo que le pega la gana. Más bien al contrario, lo único que señalo es la necesidad de cumplir y hacer cumplir la ley. Y entonces sí, que gente como tú, se preocupe por decidir entre abortar o no abortar, apelando a sus propios valores y creencias. Siempre bajo el marco de la ley. Lo otro, el argumento anarquista, es propuesto por ti y los tuyos de manera totalitaria, queriendo imponer sus creencias a como de lugar. Y no se vale. Simplemente no.

Por lo demás, en cuanto a mi anonimato, en más de una ocasión he publicado aquí mis datos. Sin ir más lejos, aquí abajito aparece un link que dirige hacia un artículo mío que apareció en la Gaceta Universitaria. Ahí están mis nombres y apellidos. Estoy a tus órdenes para lo que se te ofrezca. Con respecto a lo que dices de tics y eso, pues ¿qué puedo hacer sino reir?