viernes, noviembre 18, 2005

Tercera

Primero era un rumor entre los personajes de todas las literaturas. Se comentaba en sus sobremesas, se utilizaba para obligar a los pequeños a irse a la cama, se discutía en coloquios, de cuando en cuando aparecía un documental en televisión, pero nada más. Luego, con el tiempo,[1] el rumor fue adquiriendo consistencia. Fue el profesor Alberto Gaarder, el primero en confirmar de manera científica lo que todos sospechaban: había una tercera dimensión. Las consecuencias del descubrimiento fueron poco destacables al principio, accesibles solo para el reducido círculo científico: a las conocidas y familiares dimensiones de largo y ancho, había que agregarle una nueva: la altura. Ahora la materia tendría un volumen, el mundo de la literatura sería, desde ya, un espacio tridimensional.[2] Por supuesto, el conocimiento acerca de todo ello estaba en pañales, habría que irlo ajustando, hacer más investigación. Pero lo importante, lo verdaderamente trascendental, era que la tercera dimensión existía. El horizonte se presentaba, pues, lleno de esperanzas. La inminente crisis derivada de la escasez de recursos (debida sobre todo a la sobrepoblación producida por un incremento desmedido de personajes malísimos… pero de eso casi nadie hablaba, porque era políticamente incorrecto), había orillado a los dirigentes de las altas esferas gubernamentales a pensar en la Conquista de esa tercera dimensión. Y entre ellos se acordó mantener, en la medida de lo posible, el descubrimiento en secreto.
____Y se organizó, entonces, la Operación Conquista.
Todo marchaba acorde al plan. Los científicos habían llegado a conclusiones sorprendentes: contrario a lo que se pensaba, el mundo era cuadrado, más bien, rectangular; el tiempo, en la tercera dimensión, adquiría corporeidad, se condensaba, los días se iban acumulando en una masa tangible: en la medida en que el tiempo ocupaba un espacio, tampoco era infinito. Esto cambiaba de tajo todos los postulados de la física conocidos entonces. Pero lo más sorprendente fue confirmar la existencia de un creador. Y como era inevitable, luego de algunas décadas, vino la catástrofe, cuando este conocimiento se hizo público.[3] Los primeros en utilizarlo en su beneficio, fueron los ministros de todas las religiones. Para ellos, desde su dogma, la existencia de esta tercera dimensión era como una confirmación de la divinidad. Ahora, el acceso por la vía científica al dios que de antemano adoraban, les otorgó un poder inusitado. Confirmaron que efectivamente había un creador, que los destinos de todos y cada uno de los personajes tenían su origen y destino en aquél. La religión, cualquiera que ésta fuera, se convirtió en el centro alrededor del cual giraba la vida en aquellas sociedades. De inmediato, se canceló la Operación Conquista (los jerarcas gubernamentales eran ambiciosos, pero ir en contra de la divinidad era impensable). Sólo el Dr. Gaarder desconfiaba. Arruinado, prácticamente dilapidó su fortuna por continuar sus investigaciones.[4] De hecho, fue el único que logró atravesar las fronteras de su mundo bidimensional, gracias a sus más recientes descubrimientos. Lo que se encontró allá fue terrible: no había tal creador (o en todo caso, había tantos dioses como autores); la vida, tal como la conocían sus coterráneos, era pura ficción. Ello le planteó un gran dilema: regresar y contar lo que sabía y arruinarle la vida a los personajes de todas las literaturas, o permanecer del otro lado para siempre, dueño de un conocimiento inútil. ¿Volvería? ¿Escribiría un post para fijar la memoria, para no olvidar?
No. Sí. No. Sí (ad nauseaum).
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[1] Pero el tiempo es relativo (duh): los personajes de todas las literaturas sabían que su día duraba exactamente lo que dura una página. No les era extraño, tampoco, que enana página conviviesen diferentes temporalidades y especialidades (el siglo XVI español podía coexistir —sin ocupar el mismo espacio al mismo tiempo— con el año 90,237, centenario de la independencia de una pequeña comunidad plutoniana, sin hacer estallar el estatuto de realidad de la literatura). De lo que no tenían idea era de que una página podía extenderse, casi, una eternidad.
[2] Aunque habría que agregar que la tercera dimensión sólo existía de manera virtual, y se podía llegar a ella sólo mediante una serie de complejas ecuaciones. Se intuía, se sentía su devenir, a la manera en que se experimentaba el tiempo.
[3] Nadie supo nunca desde dónde se había filtrado la información. Se desató una “cacería de brujas”, donde hubo incontables muertes, pero nadie nunca lo supo. Hasta hoy.
[4] A él no le gusta admitirlo, pero por ello, por su obsesión con la tercera dimensión, murieron dos de sus hijos (de hambre al quedar en la miseria total); lo dejó su esposa. En fin, se le acabó la vida.

viernes, noviembre 11, 2005

62. En el borde

Éste es el primer capítulo de la novela que nunca publicaré
Dentro de unos minutos estaré muerto.
___Qué estupidez.
___La realidad me llega toda de golpe, amplificada. Justo ahora percibo cómo una gota de sudor me resbala por la sien. Es como si al mismo tiempo de sentirla, la estuviese observando desde fuera de mí.[1] De cerca. Muy de cerca. Casi puedo ver los poros de mi rostro. Humedad superficial, a flor de epi-dermis. Baja por la mejilla y se atora en la comisura del labio. Intuyo el sabor salino.[2] La gota se condensa con otras que había ahí, y sigue su viaje hasta el mentón. Transluce. Tiembla. Luego cae. Yo [¿él?] no puedo moverme. Otra gota va naciendo para repetir el trayecto. Ahora resbala una desde de la frente. Ahí va otra, saliendo de la parte posterior del cuello. Siento la camisa empapada. Qué asco. Tengo una profunda conciencia de mi cuerpo, de mi respiración, de mis latidos. Los colores se ven más vivos, las sensaciones son más intensas.
___Visión Superlativa.
___¿No se te [me] ocurren otras palabras?
___No.
___Pendejo.
___Pendejo tú.
___Allá al fondo el sol comienza a ocultarse [todo es tan raro. Parece como si el paisaje entero diese pequeños saltos, no, más bien parecen espasmos, estertores, y luego…es como si todo regresara a la normalidad. Fuck. ¿Normalidad? No puedo explicarme mejor. Parpadeo un par de veces. ¿Será que…?]. Las nubes van adquiriendo un tranquilizador tono violáceo [¿recuerdas el cuerpo horriblemente amoratado de? Sumamente tranquilizador]. El viento se vuelve cada vez más frío y me revuelve el cabello. A pesar de ello sigo sudando.
___Copiosamente.
___Pendejo.
___Pendejo y asqueroso.
___Pendejo tú.
___¿Cuánto tiempo hace que estoy aquí? Aprieto los puños. Ante mí los edificios se extienden como una alfombra de concreto hasta perderse en el horizonte. Es curioso: el paisaje no es monótono y gris, como pudiera pensarse. En los techos hay cosas inimaginables [cacharros, ropa, antenas, gente] que le dan al entorno un caótico aire de tapete persa [qué lenguaje, qué impudor]. Un tapete muy duro, eso sí.
___«¡Salta de una vez, con una chingada!», grita.
___Escucho su voz muy cerca. Muy. Siento como si en mi estómago se agitase una roca fría. ___Tengo miedo de voltear hacia donde proviene su voz. Agacho la cabeza.
___Humillado.
___Pendejo y asqueroso.
___Veo cómo mis pies descalzos se mueven un poco, indecisos, cada vez más cerca del borde. ___Carajo, tengo las uñas largas. Con mugre. Pinches garras, de haber sabido me las hubiera cortado. Gruesome. Disgusting. La cornisa, cubierta de moho, está demasiado resbalosa. La pegajosa sensación me produce náuseas. No puedo controlar el temblor de mi cuerpo. Si pudiera ver la expresión de mi rostro, seguro que me doblaría de la risa. Ja, tengo la ciudad a mis pies. Estoy en el borde. Qué estupideces se me ocurren en momentos como éste. Diablos, creo que voy a llorar.
___«¡Que saltes, pendejo!», grita otra vez.
___Luego escucho murmullos. Voces apagadas, como detrás de un muro.
___Respiro profundo.
___Me atrevo y lo miro fijamente a los ojos.
___Sonríe… ambos sonríen.
___Dentro de unos minutos [menos que hace un rato] estaré muerto.
___Narración en tiempo real. ¿Cool, no?
___Pero esperen. Esto no comienza aquí:






¡REW! (it’s an order, in case you didn’d cacht it before) .[3]





_________________
[1] Va, desde ya, una clave de lectura: la disociación entre el Uno y el Otro marca el entramado que se irá tejiendo a lo largo de estos textos [con el objeto de arruinar(me), también desde ya, toda posibilidad de linealidad interna del relato].
[2] Los principales componentes del sudor son sales minerales y agua. Su producción está regulada por el sistema nervioso, y se genera en las glándulas ecrinas, situadas en la piel de todo el cuerpo. Una vez en la superficie se mezcla con el sebo o grasa procedente de las glándulas sebáceas, lo cual dal lugar al manto hidrolipídico, también conocida como emulsión epicutánea.
[3] Incierto lector o lectora: piense, por favor, en lo que ocurre cuando presiona el botón de REW en el control remoto de su videocasetera, mientras corre la película. ¿Logró visualizar las imágenes en retroceso y a alta velocidad? Bien, va muy bien. Ese es el efecto que se buscaba. Ahora presione STOP. Genial. Luego PLAY. Así, gracias. Vea a un tipo recostado en su cama. Duerme. En su cara hay una expresión de desasosiego. Es fácil observar el REM [Rapid Eye Movement, por sus siglas en inglés] en sus parpados. Gracias. Ahora puede pasar al capítulo siguiente, o al capítulo cero, como usted prefiera. [¿Por qué le hablas de usted al lector, pendejo? ¿No que a ti las reglas, las buenas costumbres, y el respeto, te la pelan?] ¡Cállate! Usted (dis)cúlpenos, (no) era nuestra intención.

martes, noviembre 08, 2005

Examen [de con-ciencia]

Si sabes de quién es el texto que se presenta a continuación, no arruines la sorpresa. Si no sabes ¿Cuál es tu opinión (obvio, acerca del texto)? ¿Considerarías que tiene una fuerte raíz poética? ¿Te atreverías a decir que es un genio, que condensa en sí la voz de una generación completa?:


I wake up in the morning
And I raise my weary head
I got an old coat for a pillow
And the earth was last night’s bed

I don’t know where I’m going
Only God knows where I’ve been
I’m a devil on the run
A six gun lover
A candle in the wind

When you’re brought into this world
They say you’re born in sin
Well at least they gave me something
I didn’t have to steal or have to win
Well they tell me that I’m wanted

I’m a wanted man
I’m colt in your stable
I’m what Cain was to Abel
Mister "catch me if you can"

You ask about my consience
And I offer you my soul
You ask if I’ll grow to be a wise man
Well I ask if I’ll grow old

You ask me if I known love
And what it’s like to sing songs in the rain
Well,I’ve seen love come
And I’ve seen it shot down
I’ve seen it die in vain

Each night I go to bed
I pray the lord my soul to keep
No I ain’t looking for forgiveness
But before I’m six foot deep
Lord,i got to ask a favor
And I’ll hope you’ll understand
’cause I’ve lived life to the fullest
Let the boy die like a man
Staring down the bullet
Let me make my final stand

martes, noviembre 01, 2005

Hey!

Feliz Cumpleaños. Verdaderamente Feliz.