Hurgando entre los papeles de la hemeroteca de la biblioteca del estado descubrí que a finales de los ochenta había una tira cómica, realizada por Ochoa, que aparecía en el diario El Jalisciense. La dichosa tira se titulaba Don Concho. Un político a la mexicana. Revisando la edición del día 8 de enero de 1987, aparece una buena solución al problema del narco al que nos enfrentamos hoy. En el primer cuadro se observa que entra Jumentino —el típico gato de los políticos, y uno de los principales protagonistas de la tira— a la oficina de Don Concho, con un papel en la mano y diciendo: “felicitaciones y más felicitaciones, Licenciado. Sobre todo de los Estados Unidos”. Don Concho, un tipo chaparro, gordo y bigotón, de lentes oscuros y traje negro responde: “Tienen que reconocer nuestra capacidad, Jumentino”. Éste le comenta: “muchos están intrigados por la forma en que lo hicimos. Imagínese, acabar con el cultivo y tráfico de drogas casi de golpe y porrazo. Fue en verdad una tarea gigantesca, Licenciado”. Don Concho, un tanto orondo señala: “No exagere Jumentino, no exagere. La cosa fue así: formamos una empresa paraestatal que se encargaría del cultivo de todo tipo de droga. Esa misma empresa se avocaría a la explotación de la mercancía”. Jumentino interroga: “¿Y después?”. Don Concho le responde: “Pues nada, que pasó lo que pasa en toda empresa que administra el Estado. Motamex, que así se llamaba la paraestatal se llenó de pillos, de corrupción, de parientes recomendados, aviadores, los fraudes estaban a la orden del día…El presupuesto fue saqueado, no hubo cultivos, bajó la calidad del producto y se perdió el mercado internacional. ¡Se acabó la siembra, el tráfico y el consumo de drogas! La paraestatal Motamex tronó como chinampina… Fin de la tira. Me gustaría abundar en el marcado hegelianismo que impregna la concepción de lo político ofrecida por Ochoa, pero ello implicaría arruinar la deliciosa ironía de la trama que dicho monero desarrolla. Je.
2 comentarios:
La de Don Concho era una tira sindicada que se editaba en un diario del DF, (hasta donde me acuerdo era el Excelsior). La sátira política hizo de los moneros el único tipo de periodismo que sobrevivió a un período negro en el que el embute y la represión doblegó a muchas plumas. El humor como escudo contra la soberbia. Saludos.
Todo donde mete su mano el gobierno lo echa a perder, buena solución. Saludos de un Israel González.
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