jueves, marzo 10, 2005

Tiempo fuera

¿Acaso siempre el tiempo es oro y la ociosidad es la madre de todos los vicios? ¿Qué hacer ante los hombres grises que intentan domesticar el tiempo atándolo a sus muñecas? Einstein, viejo sabio y terrorista de la ciencia, que se empeñaba minuciosamente en perder el tiempo, ofrece una clave: sacarles la lengua.
*
Patética ironía: quizá las tres mejores maneras de perder el tiempo sean dos: la lectura ávida de los siete [cansadísimos] tomos en los que Proust se divierte buscando, (¡ja!), el tiempo perdido.

1 comentario:

ArboL dijo...

la osciosidad no es la madre de todos los vicios, los vicios se pertenecen a si mismos y los ke nos enviciamops en algo somos nosotros mismos todos esta en ver en ke nos metemos!!!