lunes, febrero 21, 2005

C'mon (de Ultra Deep, Miranda y BFTC)

No sé si sería mi estado de ánimo, o qué, pero el caso es que anoche, en la Plaza de la Liberación, me divertí mucho. Aclaro que aún no me acostumbro a los conciertos llenos de buena vibra y pocos excesos. Para mí, una tocada implica(ba) neandertales con la greña creciendo como hierba, slam a morir, conatos de acuchillamiento, litros y litros de sustancias ilegales, distorsión brutal, sudor, y un larguísimo etcétera. La idea de hacer girar botoncitos para producir música me resulta demasiado poco atrayente, aunque supongo que debe tener su chiste, porque si no, cualquiera lo estaría haciendo [¿cómo? ¿O sea que todo el mundo lo está haciendo? ¿Entonces para eso es el Reason de Propellerhead que tengo instalado en mi máquina?]. Pues bien, ayer domingo Laclau y yo fuimos a la mencionada Plaza, en pleno centro de la ciudad, a ver y escuchar, sobre todo, a Bajo Fondo Tango Club. A mí particularmente me gusta más Gotan Project, pero de cualquier modo, me apersoné en el lugar con el ánimo dispuesto. Al escuchar a Ultra Deep, mi primera reacción fue de cierto desdén. «Música de botoncitos», pensé. «Pero al menos traen un bajista de a deveras». Eso me reconfortó un poco. Luego, me di cuenta que la camisa del, no se cómo llamarlo [¿DJ? ¿Tecladista? ¿Laptopero?], decía You Biatch y no Von Dutch. La cosa iba mejorando. Finalmente, concluí que lo que escuchaba no estaba nada mal. La voz de la chica es muy buena. Por lo menos a mí así me lo pareció. Y la música que producían me estaba haciendo mover rítmica e involuntariamente, el pie derecho. Casi me pongo a bailar. Nada mal. Luego de un buen set por parte de Ultra Deep, salió a escena una banda llamada Miranda (Es Miranda, mi amor, c’mon). Todos enfundados en unos monos color rojo que a primera vista me dieron una buena impresión. No había un baterista, pero sí alguien manejando (muy chido, por cierto) los ritmos. Un POP sin mayor profundidad ni complicaciones. Digerible, adecuado para el clima. El guitarrista, Lolo se llamaba, creo, disfrutaba mucho su ejecución. Además, era singularmente bueno. No cualquiera le otorga toques funky a una rolilla pop. Las canciones de Miranda parecían, casi todas, la misma. Yo jamás los había escuchado, pero deben ser famosos, porque alcancé a notar que varias personas coreaban sus letras. En fin, creo que el guitarrista de dicha banda es excelente, y lo importante es que los músicos crean en lo que están tocando, que se diviertan con ello. Me parece que, en ese sentido, Miranda es una banda muy divertida. No me gusta la música que tocan, not in a million years, pero me parece que ofrecieron un muy buen set. De Bajo Fondo hay poco qué decir. Los tipos saben lo que hacen, dominan el escenario y ejecutan excelente. Una propuesta madura, sólida, que logró cubrir con creces mis expectativas. Laclau estaba muy emocionada, quién sabe si por el vasote de vino que se llevó de la casa y se estuvo bebiendo durante el concierto; quién sabe si por el clima; quién sabe si por la compañía: quién sabe si por Bajo Fondo; quién sabe si por todas las anteriores. El caso es que hasta yo me divertí mucho. Ni siquiera me molestó la chaparrita que frente a mí bailaba como si estuviera en la Academia (la de TV Azteca, que en la de Platón no bailaban así). Todo me resultó tan divertido que no pude contener la carcajada cuando, por enésima vez en lo que va del año, escuché que Guadalajara era la capital americana de la cultura. C’mon (es Miranda, mi amor).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fue por todo GTT, pero mas por la compañia. :-)