jueves, junio 07, 2007

Más instrucciones para ser feliz

Hace mucho que desterré de aquí (índice señalando sien) el deseo de protagonismo. No soy nada, nunca seré nada. Lo sé y lo acepto. Dejo la luz pública para otros. A mí, de plano no me interesa. ¿Por qué? Sencillo. Pienso que replegarse a la esfera privada, a la ínfima parcela personal, es una tarea titánica, descomunal. Sé que más de alguno dirá que la medianía es una práctica acomodaticia, facilona. Nada más equivocado. Ser del montón requiere disciplina, fuerza de voluntad, ánimo y destreza. No cualquiera lo logra. Hay que ser un genio para intentar ser nadie. Quien se cae y se levanta una y otra vez no hace sino mostrar su enorme estupidez, no su fortaleza. Ponerse de pie (o su variante piadosa: poner la otra mejilla) no hace sino revelar que la idiotez es la marca conspicua de los triunfadores. El conformista tiene todas las batallas ganadas, porque ya está donde desea, quiere y/o puede. Aquellos que luchan por llegar más alto han perdido la guerra desde un principio. Recordemos que bastan un par de triunfos más o menos significativos (el área o campo en el que se obtengan no es de importancia) para considerarse un ganador nato. Ello no tiene detrás mérito alguno. En cambio, ser un fracasado requiere de tenacidad y constancia: dejar de hacer, dejar pasar, una y otra vez, no es fácil. Permanecer en el suelo, soportando todas las embestidas, sin hacerle frente a nada. Eso es lo verdaderamente destacable. Desafortunadamente hemos sido educados con los valores equivocados (por lo menos yo y mi círculo más cercano). Nos han inculcado la grandeza como aspiración, haciéndonos olvidar que lo divertido está en el fango, en la decadencia. Y no en las alturas. Venga, dejemos atrás lo bonito, que ya de por sí está choteado. Exorcicemos la belleza y el triunfo. Adoptemos (y aceptemos) el fracaso, la falla estructural, la terrible escisión que nos hace ser esto que somos.

3 comentarios:

YuguruNa dijo...

¿Sera?

Igor dijo...

Por supuesto que sí, Yuguruna. Jajaja. Por ejemplo hoy, que puse a debatir a mi doble, en un forito público de esos bonitos y pomposos. Jajaja.

Paloma dijo...

Por eso toda mi lealtad está con el coyote y no con el insípido correcaminos. Pocos entendemos que no lo sigue intentando "para lograrlo", sino para "no lograrlo" cada vez mejor.

Saludos (también a Naila...)

P.