viernes, mayo 25, 2007

Qué poca

¡Qué poca madre! ¡De verdad, qué poca madre! Resulta que ayer por la noche fui a comprar una medicina a las Farmacias Guadalajara que están cerca de casa. Hasta ahí todo bien. Sólo que al querer tomarme la pastilla esta mañana, me di cuenta de que la caja estaba ¡vacía! Luego de descartar las posibilidades obvias de desintegración, combustión espontánea, traslado a otra dimensión, etc., decidí ir a reclamar. Supuse que en las FG entenderían y me cambiarían mi cajita de pastillas sin mayor trámite. Pero al llegar allá, lo que obtuve como respuesta a mi queja fue un: “nosotros revisamos siempre la mercancía antes de que salga de la farmacia. Si usted no lo hace así, es su problema”. Desde luego, si hubieran sido aspirinas, me hubiera dado risa. Pero resulta que cada paquete me cuesta casi quinientos pesos, y sólo trae catorce pastillitas. Así que cómico, lo que se dice cómico, no me era. Y menos frente a la impotencia que me provocó la actitud de la gerente de turno. El caso es que, pobre, le dije hasta de lo que se iba a morir. Ni modo. A ella le tocó los platos rotos. Y a mí, otro quinientón, porque no puedo estar sin la dichosa medicina. ¿Y?

5 comentarios:

libréluna dijo...

Algo está pasando con las cajitas de medicinas. A mi papá también se la aplicaron un medicamento para controlar el parkinson y pasó lo mismo. Nomás que en mi papá el insulto superlativo es "Méndigos desgraciados", así que yo creo que hasta se rieron de él, o a lo mejor no lo entendieron. Pero sí, FG está robando a lo chino (sin agraviar a los chinos que pudieran leer este comentario, claro).

Larga vida!

Geo

Anónimo dijo...

La cajita era de Prozac?

mgyds dijo...

Manuel: brujo!

Sandy Gallia dijo...

ah que poca! y tan santurrones que son, malditos podridos, ahora cada que vayas revisa y pideles santo y seña, no vaya siendo

Igor dijo...

Así lo haré Sandy Galia. Así lo haré.