martes, septiembre 26, 2006

Nostalgia

La nostalgia como fundamento ontológico alude a una sospecha ineludible de estar siempre en el lugar incorrecto, a la hora imprecisa. En vivir a destiempo. Evoca un pasado distante o un futuro lejano, pero nunca se sitúa en presente. Detrás de todo ello se extiende una sed de excentramiento, una búsqueda infructuosa (zas, con la palabrita) de esa perspectiva panóptica que permita ver el instante en que uno va cayendo en el pozo infinito que es, también, uno mismo. Juego de espejos, mirada paralática, oblicua, que alude a un ligero desplazamiento. Reconocimiento del vacío constitutivo alrededor del cual se forja el ser y, que por ende, produce sujetos escindidos, huecos, que a diferencia de lo que canta el poeta, deshacen el camino al andar. Pareciera que hay un destino fatal, una aceptación tácita de lo que le acontece a quien es atravesado por dicha nostalgia. Pero no, hay más bien una elección, la adopción de una postura, una decisión que en lugar de señalar: “así fue”, aduce: “así lo quise”, y postula al mismo tiempo la búsqueda (de algo que no se sabe bien qué es) como una marca identitaria (qué lenguaje, qué impudor).

4 comentarios:

Patricia 333 dijo...

Pareciera que hay un destino fatal, una aceptación tácita de lo que le acontece a quien es atravesado por dicha nostalgia.

Enigma dijo...

... creo mejor que ante toda nostalgia hay un deseo que le materializo, no una accion no esperada.

Saludos

El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra

Anónimo dijo...

Me causa cierta nostalgia conocida tu texto...

Anónimo dijo...

¿Por qué será que encuentro tanto "eco" en tus líneas? Hace siglos grité en el vacío, y hoy, aquí, me viene de vuelta.

Chingón méndigo.

Espero que TODO vaya bien (cuenta, cuenta, je).