viernes, abril 25, 2008

Lo Otro

Abrirse a lo otro, captar su fluir, convertirse en Otro. Rodeado de rostros que se devoran y revuelven en sí mismos como un Ouroboros decadente, videoráfaga, alfa y omega, principio y fin de todo. Lo otro es uno mismo, todo y la misma cosa. Deshacer los pasos, andar el mundo desde un escritorio. Volver hacia atrás. Pero el regreso es siempre, en alguna medida, también una fuga, una huída que no tiene destino; que no tiene sentido. Una vez más, lo otro se erige frente a uno. Se escribe así, con minúscula porque reconoce su pequeñez, se da cuenta de los terribles cuestionamientos que pesan sobre toda intención de mayúscula. Erosión. Eros. Ión. Enfretar lo otro implica hacerse a un lado, estrategia oblicua, evasión de lo otro porque es muchas veces el reflejo horripilante de lo uno, de todo aquello que es uno, de todo lo que es uno cuando se mira en lo otro. Y no es sino hasta ese enfrentamiento con lo otro que el uno se vuelve problemático. Se resuelve. Se revuelve. Y punto. Abrir una puerta es siempre abrir una puerta y siempre es, también, otra cosa.

1 comentario:

Rosminda Perlasca dijo...

Bastante vergonzoso, patético como bien dices. Lamentable la limosna de 15 millones para "el hambre" en Jalisco. Después de haber comido (ni siquiera los probó el muy pendejo) en el banquete del hambre, siente menos culpa. Ja, bendito sea Emilio y éste país mocho...Saludos. Buen Post.