martes, enero 30, 2007

Sospecha



La sospecha de que existen otras vías, otros accesos, siempre ha estado ahí. Indistinguible, como siempre. Inenarrable, como nunca. Pero omnipresente, sin duda. Basta pensar en esa sensación a nivel de las vísceras, a partir de la que sólo queda decir que frente a uno hay una puerta de entrada que se abre sólo para dar paso a un abismo, y que el inevitable salto no es sino el modo de entrar en algo que no se sabe bien qué es, y que invita a pesar de que resulta aterrador.

¿Te suena familiar?

[a quién le preguntas, imbécil. A mí. ¿A mí? No, a mí. Ah, Ok.]

2 comentarios:

YuguruNa dijo...

Señor, hacía mucho tiempo ya que no tenía la dicha de leer sus lúgubres divagues, yo pienso que en ocasiones cruzamos esas puertas sin darnos cuenta pues es tan exiguo nuestro conocimiento de las cosas que asimilamos todo con total normalidad.

O quizás no entendí...

Anónimo dijo...

impactante la visita a xilitla, no?

es bueno saber que has escrito de nuevo, mis ansias y mi actual estado (económico) austero te lo agradecen!!

la lola