viernes, marzo 21, 2008

¿Minifix?

Entonces decidí dejar de correr. Después de tanto huir, por fin iba a permitir que me alcanzaran mis demonios.

5 comentarios:

Igor dijo...

Desde luego, éste es un fusil. Pero ¿a quién le importa? ¿Acaso no estamos en plena era de la muerte del autor?

Pillo dijo...

Pues muy buen fusil...además el titulo me encantó fue como fumarme medio porro...Por cierto gracias por la recomendación del libro y por la visita.

Mo Than 30 Clients Served dijo...

Ja... Pero, los demonios son como la felicidad Sis: Siempre llegan tarde, o demasiado temprano.

Igor dijo...

Nada más cierto, hermano. Nada más cierto. De hecho, me parece genial tu afirmación. Escribiré algo al respecto.

Paloma dijo...

Y luego que uno decide detenerse, los demonios se pasan de largo: el pedo no era con uno.

Chingao...

Saludos!