miércoles, agosto 26, 2009

Arrabaleando

Difícilmente puede asegurarse que el arrabal es un género musical en el sentido estricto del término. No obstante, es innegable que condensa en sí el espíritu indómito de una época reciente de nuestro país. En el campo del cine evoca a un mundo poblado por ficheras que despliegan sus estrategias de seducción en la pista de baile, y padrotes que entre humo de cigarrillos y cubas libres buscan imponer su voluntad, también, bailando, en una especie de mixtura de inocencia y perversión preclara. En la música se retrata a la perfección lo anterior, puesto que las temáticas, tonalidades, instrumentaciones, etc., aluden a la sabrosura, al calor, a la sensualidad, al rompe y rasga y, en última instancia, al cuerpo irredento. A pesar de ser un fenómeno eminentemente urbano y capitalino, cada ciudad tiene sus arrabales, es decir, espacios culturales y simbólicos de disputa, lugares donde se pone de relieve el dulce encanto de lo sórdido, donde converge la música, el cine, la vida; sitios donde la atmósfera es dura, y la realidad, finalmente, se vuelve imaginaria.

*Texto que se uso en la producción de Puerta Uno, el programa radiofónico del CUCSH.

No hay comentarios.: