martes, diciembre 13, 2005

Yo (me) acuso

Eres un merolico. Tienes una incapacidad crónica para establecer relaciones afectivas en corto, cara a cara. “Amigos los tonfiates, y no se hablan”, dices. [Crees imbécilmente que] disfrutas hablar en público. Piensas que eres adicto al sudor de las manos, al vértigo en el estómago, a la carga de adrenalina que te invade cuando saludas, invariablemente, con un “qué tal”, para saber si el balance de agudos y graves es el correcto, para calibrar la distancia adecuada entre tu voz y el micrófono. Nunca has podido acercarte y entablar conversación con un extraño, pero no tienes dificultad alguna para decir pendejadas frente a cientos de personas. Te transformas. Te dejas llevar por ése que te posee cuando tienes enfrente a un espectador. Hablas sin parar, creyendo ser articulado, coherente. Hay veces en que piensas que dices cosas, incluso, brillantes. Pendejo. Luego retornas destempladamente a este tipo que en verdad eres, opaco, promedio, gris. Regresas al silencio. Al enclaustramiento snob de pretensiones intelectualoides. Te dices narrador del presente y no eres más que un comentarista futbolero con pretensiones de sublimación. Hablas frente al público porque hacerlo así equivale a mantener tu tan preciado anonimato, a una conservar esa especie de cerrazón que dices valorar tanto, pero que no es otra cosa que un remedo de de diálogo frente al espejo, un ruego, una necesidad de atención. Exhibicionista de clóset. Debería darte vergüenza. Gesticulas como si ello le diera mayor profundidad a tus argumentos. ¿Acaso no sabes que te ves un tanto idiota? Tus ademanes no refuerzan nada. Más bien muestran tu nerviosismo disfrazado de seguridad. Merolico y mimo. Chafa y corriente. ¿Qué hay detrás de la apariencia? Nada. Solo el viento y nada más.
Y todavía te jactas. Shame on you.

7 comentarios:

Ernesto Rodsan dijo...

La verdad que no sé cómo interpretar esto que dices. No lo haré, simplemente quiero dejar constancia que te leí.
Detrás de las apariencias hay viento. Eso es verdad. Pareciera condena, pero es también, al mismo tiempo, dicha.
Te agradezco encabronadamente un chingo el minirelato que me regalaste. Te lo agradezco en verdad.
Greetings my friend

Anónimo dijo...

Tanto así?

Enigma dijo...

Bueno pero que quieres, asi pasa la vida y se medra...

Saludos

El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra

Anónimo dijo...

en realidad esta muy bien el post, define la realidad de muchas personas que solamente disfrazan su miedo y pretenden que los que no lo disfrazan se sientan miserables cuando en realidad son tan parecidos lo unico que los diferencia es la hipocresia.

Chrontázar dijo...

Salud, Pater Igor, sólo de vistia...

Anónimo dijo...

Great work!
[url=http://gukzumod.com/ohyp/ecjh.html]My homepage[/url] | [url=http://mhyhubvm.com/sszd/mccn.html]Cool site[/url]

Anónimo dijo...

Great work!
http://gukzumod.com/ohyp/ecjh.html | http://lfwkjitl.com/exxr/vqgp.html